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lunes, 14 de noviembre de 2011

INTRODUCCIÓN



                                                                 http://e-learning-teleformacion.blogspot.com/2011/02/dolor-huxley-e-tolle-s-hessel-entre.htm

En las épocas pre-modernas, los principios de vida y muerte eran la guía de la vida colectiva. Las divinidades eran las referencias últimas de la vida y la muerte, del dolor y sufrimiento de los hombres; en sus manos estaba el destino. Con la modernidad desaparecen las divinidades y las referencias religiosas al orden social. Los principios que guían a la sociedad emergente son aquellos de "orden y caos". En este nuevo escenario, la ciencia empieza a ocupar un lugar preponderante en la explicación de las leyes del cosmos. Después de la Revolución Francesa, la medicina hace su aparición como eficaz aliada del orden para desterrar al caos, de aquella parte del caos que implica dolor, sufrimiento y muerte. La evolución reciente de la medicina es testimonio de un desplazamiento de técnicas que se han difundido prácticamente a todas las sociedades occidentales, tratando de alcanzar este objetivo del progreso: desterrar para siempre del dolor, el sufrimiento y la muerte, vividos como ruidos insoportables del funcionamiento social5. En lo que atañe al dolor, coincidimos con Le Breton que dice que la medicina lo ve solamente como un anacronismo, no sólo cruel sino como un equivalente moral de una tortura. Pero la fantasía de su supresión total, por parte de la técnica médica, es otro sueño moderno que no tendría otras consecuencias que no fuera también la indiferencia por la vida.

¿QUÉ ES EL DOLOR?

La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) señala que es una desagradable experiencia sensitiva y emocional que se asocia a una lesión real o potencial de los tejidos. Dicha experiencia es siempre “subjetiva”, de tal modo que debemos admitir y creer que la intensidad del dolor es la que el paciente exprese .

Todo ser humano desde que nace y a lo largo de la vida puede tener diversas experiencias dolorosas, tanto como individuos sanos, como enfermos curables o incurables. Ha afectado a la humanidad desde sus orígenes. 



                                                             
                                                                         http://es.wikipedia.org/wiki/Arist%C3%B3teles


Señalaba Aristóteles que el dolor trastorna y destruye la naturaleza de la persona que lo soporta. El dolor además disminuye siempre la calidad de vida de quien lo sufre. La vivencia dolorosa consta de dos experiencias subjetivas y simultáneas: 
1.-Dimensión senso-discriminativa, cualidades sensoriales del dolor, elemento básico de la sensación dolorosa, permite precisar localización, intensidad y modificación temporal y su capacidad de soportarla (Algognosia). 
2.- Dimensión afectivo-emocional (umbral de dolor) que se representa con carácter desagradable, en ésta confluyen, entre otros, deseos, temores, angustias (Algotimia); tiene un sustrato morfofuncional en el Sistema Nervioso Central. Desencadena modificaciones motoras, posturales o hábitos que conduciría a rechazar la sensación dolorosa . 




                                                                  http://www.usernetsite.com/sociedad/el-dolor-de-cabeza.php




Una persona con dolor se encuentra ante una situación muy negativa por el dolor en sí, así como por el impacto personal, familiar, social y laboral que tiene. En primer lugar cabe recordar y destacar que el dolor es una actividad perceptiva. Como toda actividad perceptiva depende del grado de atención prestado a ella y referido a las características sensoriales de la estimulación, intensidad de esta, factores asociados, etc. En segundo lugar, el dolor como resultado de un conjunto de actividades biológicas y fisiológicas tiene su propio sistema de autorregulación natural. Dicho sistema de modulación nociceptiva, a cargo fundamentalmente de sustancias como los opiáceos endógenos y monoaminas, como la serotonina, está a su vez en directa relación con el sustrato neuroquímico de las emociones. Por tanto, las emociones pueden favorecer o dificultar el sistema natural de regulación o modulación del dolor.

Las emociones más directamente relacionadas con el dolor son el miedo y la tristeza, y llevan a un conjunto de cambios fisiológicos, cognitivos y conductuales que pueden caracterizarse clínicamente con los rótulos de ansiedad y depresión. Tanto la ansiedad como la depresión producen un agravamiento en el problema del dolor. Este agravamiento se ve producido, principalmente, por la actitud pasiva, la reducción de la actividad general, la adopción del rol de enfermo, de incapacitado, etc. Todos estos cambios afectan negativamente al paciente en general, y también dificulta seriamente la solución del problema del dolor.






Este agravamiento se ve producido, principalmente, por la actitud pasiva, la reducción de la actividad general, la adopción del rol de enfermo, de incapacitado, etc. Todos estos cambios afectan negativamente al paciente en general, y también dificulta seriamente la solución del problema del dolor. Otra emoción que suele estar asociada a la valoración cognitiva del dolor, y a la que se le ha prestado menor atención es la ira.

IMPULSO NERVIOSO DEL DOLOR






Comparando y analizando el dolor en el medio científico podemos decir que el dolor es una experiencia sensitiva y emocional desagradable asociada a una lesión tisular real o potencial o descrita en términos de tal daño. El dolor se puede clasificar por numerosos criterios; por su aspecto temporal se habla de dolor crónico cuando persiste más de tres meses, aunque el criterio más importante para su diagnóstico es su relación con aspectos cognitivos y conductuales. La señal dolorosa es recogida por los nociceptores y enviada hacia el Sistema Nervioso Central pasando por varias estaciones; la primera situada en los ganglios espinales dorsales, la segunda en el asta dorsal de la médula espinal, la tercera en diversas estructuras subcorticales, entre las que destaca el tálamo, y la cuarta, en la corteza cerebral, sobre todo, la corteza somatosensorial, la circunvolución cingulada anterior, la ínsula, la corteza prefrontal y parietal inferior.

Las neuronas se clasifican como nociceptivas específicas si sólo responden a estímulos dolorosos o de rango dinámico amplio si responden también a otros estímulos.
Hay neuronas que reciben señales exclusivamente de la piel y el aparato locomotor, son las llamadas neuronas somáticas, mientras que otras reciben además señales procedentes de las vísceras, son las neuronas viscerosomáricas. No se ha demostrado la existencia de neuronas con aferencias exclusivamente viscerales.

Muchas neuronas del asta dorsal tienen un papel modulador de la señal nociceptiva y se denominan interneuronas



Al conocer el rol del sistema nervioso en una experiencia dolorosa, profundizando con el tema  podemos dar cuenta de su conducción hacia el encéfalo. Diciendo que con algunas excepciones, todos los impulsos dolorosos se transmiten por fibras C, con velocidad de conducción lenta (0,5-2 m/seg) y por las A delta, con mayor velocidad de conducción (4-30 m/seg). Estas fibras, parte de la neurona en T o neurona periférica, tienen su soma en el ganglio espinal y penetran a la médula por el asta posterior. Las fibras de las astas anteriores, que se pensaba eran sólo eferentes y motoras, transmiten también impulsos sensoriales en más de un 15%.
En relación al dolor visceral, las vías aferentes son fibras simpáticas que, pasando por los plexos, llegan a la médula a través de las astas posteriores. Esta transmisión por fibras amielínicas y de condución lenta, y que también puede ser somática, es responsable de una sensación dolorosa sorda, vaga y profunda. La sensación dolorosa más definida, intensa y breve, que se puede percibir ante un estímulo somático, es trasmitida por las fibras A delta. La evidencia de transmisión dolorosa por vía vagal no está comprobada en el hombre, pero pudiera tener importancia en casos especiales de dolor de origen visceral, como ocurre en el cáncer.

Lo característico de las fibras sensitivas es su ingreso a la médula, siguiendo una cierta distribución topográfica, de manera que a cada dermatoma sensitivo le corresponde un metámero medular, aun cuando existe un cierto grado de superposición que hace que un dermatoma táctil propioceptivo no corresponda exactamente a uno térmico, o que bajo anestesia espinal con analgesia de piel desde nivel T8 se pueda experimentar dolor a nivel de la cadera.
Muchas fibras nociceptivas, antes de su ingreso a la sustancia gris, emiten colaterales descendentes y ascendentes, constituyendo parte del haz de Lissauer. Estas colaterales tienen la posibilidad de formar sinapsis hasta dos segmentos medulares inferiores o superiores al del ingreso, lo que significa que la transmisión de una neurona primaria puede propagarse a varias raíces vecinas.

 
                                                   http://www.fotolog.com/sobreuntejado/47451952

Es importante destacar que la segunda neurona puede formar sinapsis con más de una
 primera neurona, proveniente de la piel o de una víscera, y que esta sinapsis se produce siempre en la sustancia gelatinosa de Rolando, cualquiera sea la distribución del soma en el asta posterior. Aquí existen pequeñas neuronas características de esta zona, las interneuronas, que de alguna manera modulan estas sinapsis. Estos hechos tienen importancia, pues dan un sustrato anátomo-fisiológico a fenómenos como el dolor referido y a la modulación que sobre la transmisión nerviosa pueden ejercer centros superiores. 


CONSECUENCIAS DE UNA PERSONA QUE HA SENTIDO DOLOR

La ira se va a expresar mediante rasgos o factores de predisposición como la hostilidad, o más comportamentalmente mediante la agresión. También desde un punto de vista clínico, como es conocido, la ira puede ir dirigida hacia el propio paciente, hacia los demás, o como punto intermedio entre ambas la agresividad pasiva. Esta agresividad, supone una comunicación a los demás de la ira en términos encubiertos, no cooperativos, a diferencia de la presentación manifiesta de la ira. Cuando la ira se expresa, a pesar de su fuerte rechazo social, se producen un sinnúmero de problemas.


                                                      
                                                      http://livelovesnuff.blogspot.com/2011/06/ira-desesperacion.html





El apoyo familiar, social y, sobre todo, la potenciación de la actividad del paciente son determinantes para su control. Es por ello, que algunas soluciones como la asistencia domiciliaria de estos pacientes puedan hurtar a éstos la mínima, pero por ello más importante, posibilidad de ampliar su contacto interpersonal y de enriquecer su medio ambiente estimular, como quizá podría apuntarse en el trabajo de Monsalve y cols., recogido en este número. Esto no supone, naturalmente rechazar este modo de tratar al paciente en su casa, sino de indicar que debe ir acompañado de atención psicológica dirigida a prevenir, o tratar, los efectos negativos que podrían producirse ya que hay diversos factores sociales como el exceso de reposo y reducción del nivel de actividad física, agravados a menudo por la coincidencia con la edad avanzada y la jubilación, abuso y posible dependencia de los narcóticos y psicofármacos, trastornos del sueño y deficiente calidad reparadora del mismo, alteraciones del humor y estados de ánimo, reducción en el nivel de actividad funcional, deficientes repertorios de habilidades en diversas esferas adaptativas, por falta de aplicación, deterioro de las habilidades de comunicación e inadecuadas pautas de relación interpersonal o habilidades sociales.

TEORÍAS DEL DOLOR


                                             http://acpalalborada.blogspot.com/2011/08/el-camino-del-dolor-por-la-perdida-de.html

Teoría de la especificidad: Señala que existen fibras de dolor específicas y rutas de dolor determinadas. Aunque algunos receptores parecen estar especializados de forma que reaccionan a distintas clases de estímulos específicos, dichos receptores especializados también pueden responder a otra clase de estímulos. La especificidad de los receptores de la piel es, por esta razón, limitada, por lo que no resulta válida ninguna versión simple de la teoría de la especificidad. No hay dedicado un conducto nervioso exclusivamente para aliviar el dolor, pero aun en el caso de que existiesen receptores en la piel específicos para la transmisión del dolor, la existencia del dolor sin lesión, la lesión sin dolor, así como el fracaso de los tratamientos quirúrgicos contra el dolor hacen que una teoría del dolor simple y basada en aspectos fisiológicos resulte insostenible.


                                                        http://ruedademolino.blogspot.com/2011/01/la-puerta.html

Teoría del control de la puerta: Según esta teoría, los mecanismos nerviosos de la médula espinal actúan a modo de puerta capaz de aumentar o reducir el flujo de impulsos nerviosos. Cuando ésta está abierta, los impulsos fluyen a través de la médula espinal en dirección al cerebro, los mensajes nerviosos llegan a éste y la persona siente el dolor. Cuando la puerta está cerrada, los impulsos no ascienden por la medula espinal, los mensajes no llegan al cerebro y la persona no percibe el dolor. Esta teoría respalda la hipótesis de que la información penetra en las astas dorsales de la médula espinal mediante las neuronas aferentes primarias. Esta información atraviesa la sustancia gelatinosa, en donde la información es modulada por la actividad de esta estructura, afectando a la acción de las células de transmisión.                                                         .